Sobre la distante cima del monte hay una cabaña;
Un sendero serpentea treinta li hacia lo alto;
Llamo a la puerta pero ningún criado responde;
Echo una ojeada y sólo veo una mesa y un banco.
Quizá fuiste de paseo en tu silla de manos,
O estarás pescando en las aguas otoñales.
Como golondrinas que girasen y se sumergieran
pasamos sin toparnos.
Con propósito firme permanezco mirando fijamente al cielo.
La hierba se ha vigorizado con la lluvia reciente.
Al atardecer, junto a tu ventana suspira el viento en los pinos.
Al detenerme allá me siento pleno de paz y tranquilidad.
La escena y el sonido aguzan el ojo y el oído;
Aunque no hay huésped ni anfitrión
He captado el significado de tu filosofía.
Cuando el éxtasis se hubo extinguido descendí de la montaña.
¿Para qué habría de aguardar tu llegada?
Qiu Wei (Ch'iu Wei) (701--796)
No hay comentarios:
Publicar un comentario