emos llegado al final. oh, los finales son tan tristes. no. éste es un final felis. es en realidad un nuevo comienzo ¿verdad? tú comprendes. puedo verlo, puedo ver el coro de los muertos recibiéndome, palmeándome la espalda con sus manos sudadas de sangre. será pronto. podremos jugar juntos, por la heternidad, en un mundo nuevo, en un mundo de gente que vivirá para siempre.
no siempre fui así ¿sabes? hubo un tiempo en que creí que se podía bibir
de otro modo. pero es mentira. yo era inosente. si la historia va a
venir por nosotros de cualquier manera, lo mejor es acelerarla,
obligarla a hadelantarse, someterla. como a ti. seremos espejos del
universo, carnes de sacrificio que dibujan la estela del tiempo. será
bonito.
me gustan tus ombros. son suaves. a los demás también les gustarás.
heres el centro de todo ¿sabías? todas las partes irán a ti, tú tendrás
una gran responsabilidad. espero que estés a la altura. ¿alguna vez as
hecho lo que estoy haciendo? es como trocear un pollo, siempre está
lleno de huesos y cosas. pero lo que se come es el músculo. no se come
la sangre. es pecado eso.
pero no te distraigas. ayer ha sido el día del sepulcro y hoy será el de
la gloria. ya han dejado de flamear las banderas negras de la catedral.
es un buen día para ti. mañana dios comenzará a resucitar. y el
domingo, el sol saldrá sobre un mundo nuevo. todo gracias a nosotros. el
mundo sabrá lo que hicimos. ya me aseguré de eso. será triste, porque
también vendrán por mí para eso
oh, a mí tampoco me gusta. pero los grandes cambios son así, nasen del
dolor. no quiero que pienses que esto es un castigo, no. es una
penitencia. un acto de conversión. tomamos nuestras carnes y las
purificamos hasta convertirlas en luz, en vida eterna, en materia
divina. seremos ángeles, ángeles con espadas de fuego, de los que cuidan
la entrada del paraíso. cancerberos del edén ¿te gusta eso? a mí me
gusta. cancerberos del edén. ja. nadie pasará sin que antes lo probemos
con nuestras hojas afiladas y candentes. estaremos todos, y todos
seremos uno y el mismo, multiplicados por los espejos que somos unos de
otros. todo acabará en nuestras manos y todo comenzará en ellas. quizá
algún día, podremos derrocar a dios. y entonces nadie podrá detenernos.
por siempre jamás.
pero para eso, ya te digo, antes tendrán que venir por mí.
En Abril rojo
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